¿Mascotas a bordo? Sí, pero no de cualquier forma

Descuidar nuestra mascota durante la conducción puede ocasionar un accidente que, en el mejor de los casos , acabe con nuestro coche en el taller de chapa y pintura.

 

Para evitarlo la legislación a cerca del transporte de mascotas en el vehículo dice:

«El conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía. A estos efectos, deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencias entre el conductor y cualquiera de ellos.»

Los sistemas de sujeción deben estar homologados bajo las normativas ECE R17 o DIN 75410-2 y siempre deben estar adaptados al peso del animal:

  • Transportín: para mascotas pequeñas.
  • Arnés de 2 anclajes: para mascotas grandes.
  • Rejilla separadora: para animales grandes (siempre que el vehículo disponga de portón trasero).