Si has usado tu coche para hacer un largo viaje vacacional es posible que este requiera un repaso para ponerlo a punto y evitar así cualquier tipo de problemas ya que los viajes por carretera suponen un desgaste que hay tener en cuenta dada la cantidad de kilómetros y el sobrepeso al que se somete al vehículo. Te dejamos con algunos elementos que deberías revistar a la vuelta de tus vacaciones.
Ruedas: posiblemente sea un de los elementos que más atención requieran a la vuelta de las vacaciones, especialmente si ya tienen un tiempo. Revisa la presión, el dibujo. Ten muy presente al hacerlo las recomendaciones del fabricante en lo que a la presión se refiere y comprueba que la profundidad del dibujo sea la correcta. Un mal estado de las ruedas puede suponer problemas peores y más cuando llega la época de lluvias.
Frenos: el calor, los frenazos, el uso prolongado, todo contribuye a deteriorar el estado de las pastillas de freno. Comprueba su estado y el nivel del líquido de frenos. Su buen funcionamiento puede prevenir accidentes.
Líquidos: además del de frenos que ya hemos comentado, es importante que revises los niveles del resto de líquidos como el refrigerante, aceite, agua y demás. Además del uso que se le da al coche estas fechas, las altas temperaturas pueden contribuir a su evaporación, por eso una revisión nos evitará sorpresas.
Limpieza: esto es básico en cualquier momento, pero más aún si se ha estado en la playa o se ha transitado por caminos polvorientos o mal asfaltados ya que la cantidad de suciedad es mayor y el polvo y la arena puede incrementar el deterioro del vehículo. Límpialo bien por dentro, atendiendo a todos los rincones donde se suele acumular la arena de la playa que arrastramos con nosotros. Hazlo también por fuera, incluyendo los bajos. Esta limpieza además nos ayudará a ver mejor el estado de la pintura de nuestro coche por si requiriese de algún retoque.
Otros: si durante el uso en vacaciones has comprobado algún tipo de fallo, desgaste o funcionamiento anormal de algún elemento, aprovecha también para pasar por el taller y que revisen todo aquello que pueda ser susceptible de arreglo. Incluso, podrías aprovechar para hacer la revisión periódica si fuera el caso.